Motor

El Parlamento Europeo aprueba la normativa de emisiones Euro 7

  • El texto contempla restricciones a las emisiones de frenos y ruedas a partir de 2027
  • La norma debe ser refrendada ahora por la Comisión antes de su entrada en vigor
Retenciones de tráfico. Foto: iStock

Balón de oxígeno para el sector del automóvil. El Parlamento Europeo ha validado la normativa de emisiones Euro 7 que salió de la Comisión Europea y el Consejo de la Unión Europea el pasado mes de diciembre, menos ambiciosa que la que planteó en un primer momento la Comisión.

Este miércoles los eurodiputados dieron luz verde a esta normativa que, por primera vez, incluirán límites de emisiones de partículas de frenos y de neumáticos para turismos y furgonetas.

Asimismo, el texto refrendado recoge, también por primera vez, unos requisitos mínimos de rendimiento en la durabilidad de la batería en los coches eléctricos e híbridos.

El texto, que tendrá aún que aprobar el Consejo de la UE para que adquiera carácter oficial, fue respaldado por 297 votes a favor, 190 en contra y 37 abstenciones.

Así las cosas, se mantienen las actuales condiciones de prueba Euro 6 y los límites de emisiones en los tubos de escape de turismos y furgonetas. En el caso de los autobuses y los camiones, se aplicarán límites más estrictos para las emisiones del tubo de escape medidas en laboratorios y en condiciones de conducción reales, manteniendo al mismo tiempo las actuales condiciones de prueba Euro 6.

Finalmente, se ha postergado la entrada en vigor de esta regulación a 2027 para vehículos y furgonetas y 2029 para autobuses y camiones. Esta situación supone retrasar la propuesta de la Comisión Europea, con plazos a 2025 y 2027 respectivamente, y atender a las demandas de los fabricantes de automóviles.

La regulación de la normativa Euro 7 puso al sector del automóvil en pie de guerra. Y es que la industria cuenta con la imposibilidad de matricular turismos de combustión interna (gasolina y diésel) a partir del 1 de enero de 2035. Dadas las circunstancias, el sector consideraba que esta regulación torpedeaba las inversiones en electrificación. Todo ello en un momento en el que se está produciendo medidas proteccionistas por parte de los dos grandes mercados automovilísticos del mundo: China y Estados Unidos.

Encarecimiento de los vehículos

De hecho, el presidente de la patronal de fabricantes de vehículos (Acea), Luca de Meo, alertó hace un año de que la entrada en vigor de esta normativa, con los parámetros marcados por la Comisión, acarrearía un coste para los productores de entre 20.000 y 35.000 millones de euros. Todo ello se traducía en el encarecimiento en más de 2.000 euros, en el caso de los turismos y furgonetas de combustión interna, y en cerca de 12.000 euros para los autobuses y camiones.

La directora general de Acea, Sigrid de Vries, ha explicado que "la votación de hoy sobre la Euro 7 se ha centrado en lo que más importa: en los retos orientados al futuro, como las emisiones de los frenos de los coches y furgonetas y los requisitos de las baterías de los vehículos eléctricos".

No obstante, la directiva ha reconocido que "la Euro 7 sigue endureciendo las emisiones de escape y los procedimientos de prueba. En particular, los fabricantes de camiones y autobuses se enfrentarán a normas significativamente más estrictas, ya que ya se enfrentan a un camino cuesta arriba para cumplir los objetivos de descarbonización para 2030, que se acercan rápidamente, en ausencia de condiciones propicias vitales".

Además, con esta nueva normativa se pondrá en conocimiento de los usuarios la información medioambiental de cada vehículo con la puesta en marcha de un Pasaporte Ambiental Vehicular. Este pasaporte contendrá información sobre su desempeño ambiental en el momento de la matriculación (como los límites de emisiones contaminantes, las emisiones de CO2, el consumo de combustible y la energía eléctrica, la autonomía eléctrica o la durabilidad de la batería).

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