La economía española crecerá al 1,9% en 2024. El Panel de Funcas ha revisado tres décimas al alza sus previsiones para el PIB, tras el gran cierre que la actividad firmó en el último trimestre del año pasado. Las proyecciones apuntan a una tasa de crecimiento del 0,4% en el primer trimestre, un ritmo que la economía mantendrá estable durante el resto del año. No obstante –y al igual que hizo el martes el Banco de España-, los 19 panelistas de diferentes entidades advierten de la excesiva dependencia que la economía mostró en 2023 sobre el consumo público. De hecho, el documento alerta de la baja aportación de la inversión empresarial y -sobre todo- del "nulo" rendimiento del sector exterior, muy afectado por el parón económico que sufre la Unión Europea.
Las cosas cambiarán con el paso de los meses. La formación bruta de capital fijo y la recuperación de los países de nuestro entorno, retomarán el relevo del sobreesfuerzo que el Estado se ha visto obligado a realizar para mantener vivo el ritmo de crecimiento. En concreto, las entidades encuestadas calculan un avance del 2% del PIB en 2025, con tasas intertrimestrales del 0,5% durante todo el año.
Otro de los puntales sobre los que se sostendrá la actividad será mercado laboral. Las proyecciones revisan al alza la creación de empleo al 2% en 2024; aunque anticipan una ralentización de la afiliación el año siguiente, cuando el avance caerá al 1,8%. También vaticinan una caída progresiva de la tasa de desempleo al 11,6% este año, y al 11,2% en 2025. Los expertos encuestados descartan así los números que el Gobierno comprometió con Bruselas. Moncloa adelantó un paro por debajo del 11% ya este año 2024. Eso sí, el informe difundido ayer rebaja las expectativas sobre la productividad por hora trabajada, al pronosticar una rebaja del 0,1% este año, para reborar décimas el siguiente.
La inflación no caerá del 2%
Algo más agitado será el año para el avance de la inflación. Los panelistas advierten de que, a pesar del recorte al 2,8% en frebrero avanzado por el INE, el IPC podría volver a subir durante los próximos meses como consecuencia de un alza de los precios de la energía. "Para el conjunto del año se espera una tasa media anual del 3% en la general y del 3,1% en la subyacente", destaca el informe.
Las entidades del Panel de Funcas anticipan un enfriamiento aún mayor en 2025, cuando prevén una tasa del IPC general al 2,5%, dos décimas por encima de la pronosticada para la subyacente, que ubican en el 2,3%. La senda de la inflación vendrá marcada por el avance de la política monetaria en manos del BCE. Los analistas prevén un primer recorte de los tipos de interés el próximo junio, seguido de dos recortes adicionales, que los dejarán en el entorno del 3,25% al finalizar el año. La senda descendente seguiría en 2025, si bien el nivel terminal de tipos de interés sería muy superior al que prevalecía en la era de relajación monetaria", explica el documento.
Punto y aparte merece la senda fiscal que el Ejecutivo ha iniciado este año, con la primera meta de alcanza un déficit al 3% este 2024. Los panelistas descartan su cumplimiento y prevén que el desajuste en las cuentas se eleve hasta el 3,6% este año. Tampoco confían que Moncloa alcance los objetivos en 2025, cuando pronostican un déficit al 3,2%. Las cifras se sitúan cerca de las publicadas el pasado martes por el Banco de España, que plantea un desvío del 3,5% tanto en 2025, como en 2026.
Es más, ambos informes coinciden en el diagnóstico y consideran que el "impulso expansivo" hará descarrilar el camino de España por las reglas fiscales. Cabe recordar que Bruselas exige un déficit inferior al 3% este año.
A punto de concluir el primer trimestre, la Comisión Europea sigue muy de cerca la política fiscal que el Ejecutivo termine por incluir en el proyecto de presupuestos que la vicepresidenta primera, María Jesús Montero, podría llevar al Consejo de Ministros para próxima semana. Los de Ursula von der Leyen piden a Moncloa ajustes para evitar que las cuentas públicas se desbaraten. Hacienda deberá encajar las piezas para evitar que el gasto –que en 2023 creció más en los dos años anteriores- descuadre las finanzas a final de año. Los objetivos acordados con Bruselas también exigen un recorte anual de la deuda pública. Un compromiso que el Gobierno adelantó a 2024, año en el que debe reducirla al 110%.
