Economía

El mercado laboral de EEUU se relaja en diferido con una extraña revisión del boom de creación de empleo en enero

  • La contratación sigue fuerte: 275.000 nuevas nóminas no agrícolas en febrero
  • Pero se borran 124.000 de enero y el paro sube al 3,9%, máximos de dos años
  • La Fed ya no tiene que tomarse con 'exceso' de calma los recortes de tipos
Trabajadores del Metro de Nueva York. Foto: Alamy

El informe oficial de empleo EEUU ha vuelto a dejar este viernes perplejos tanto a economistas como inversores, como viene ocurriendo casi a cada mes. En febrero se registraron 275.000 nuevas nóminas no agrícolas frente a las 200.000 que se esperaban. Sin embargo, el fuerte y sorprendente dato de enero, que destrozó todas las previsiones al superar las nóminas las 350.000, se ha revisado en 124.000 puestos a la baja, quedándose finalmente en 229.000. En la misma línea, el también fuerte dato de diciembre se ha revisado en 43.000 nóminas a la baja hasta las 290.000. Aunque estas cifras por encima de 200.000 son altas en la comparativa histórica y muestran que la contratación sigue resistiendo, las revisiones quitan algo de presión tras llegar a barruntarse un recalentamiento de la economía que haría a la Reserva Federal seguir persistiendo con unos tipos de interés altos para mantener alejado al dañino espectro de la inflación.

Más allá de la confusión con una revisión tan grande en la cifra de nóminas, otros datos del informe publicado este viernes por la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS) del Departamento de Trabajo de EEUU corroboran una relajación del mercado laboral que costó más apreciar en el informe de enero. En esta ocasión, los ingresos medios por hora aceleraron un 0,1% intermensual frente al 0,6% de enero. Esto hace bajar una décima la tasa interanual hasta el 4,3%, todavía lejos del 3,5% que, según las estimaciones de la Fed, ayudaría a converger hacia el objetivo de inflación del 2%. El avance de los salarios ha sido muy vigilado por el banco central en la medida en la que se veaía como una fuente de presiones inflacionarias.

La encuesta de hogares, utilizada para calcular la tasa de desempleo (el dato de nóminas se extrae de una encuesta a las empresas), indica que el empleo disminuyó en 184.000 personas, mientras que la población activa aumentó en 150.000, lo que explica el aumento del desempleo del 3,7% al 3,9%, el máximo desde enero de 2022, cuando fue del 4%. El informe de empleo también muestra que la tasa de participación (la proporción de la población que está trabajando o buscando trabajo) se mantuvo en el 62,5%. Sin embargo, la tasa para los trabajadores de entre 25 y 54 años subió a un máximo de cinco meses del 83,5%. Algunos economistas han señalado en las redes sociales en el encendido debate tras el informe que el número de personas realmente empleadas disminuyó en 184.000 a medida que más estadounidenses se ven obligados a aceptar varios empleos al mismo tiempo. El número total de trabajadores empleados (160,968 millones) cayó al nivel más bajo desde mayo de 2023.

Los expertos de Capital Economics explican que el sólido dato de nóminas de febrero refleja en parte la corrección de la distorsión meteorológica de enero. "Aunque las nóminas no se vieron afectadas de forma evidente en enero, la ola de frío de principios de mes dejó un número inusualmente alto de personas incapacitadas para trabajar debido al mal tiempo. La reincorporación de esos trabajadores en febrero contribuyó a impulsar la cifra global de nóminas, y puede explicar las mayores contrataciones en sectores como la construcción, el comercio minorista y, en particular, los servicios de alimentación. Esta fortaleza se vio contrarrestada en parte por las fuertes revisiones a la baja de los aumentos de diciembre y enero, que ahora se sitúan en sólo 229.000, lo que supone una gran reducción respecto a la estimación inicial de 353.000", desarrolla su analista Andrew Hunter.

"La media de horas semanales trabajadas, que se había visto afectada por el frío de principios de enero, repuntó el mes pasado hasta 34,3 horas. Y como la debilidad de enero se concentró en los sectores de bajos salarios, este repunte explica también que los ingresos medios por hora aumentaran un débil 0,1%", añade el experto. Para James Knightley, economista de ING, esta desaceleración en los ingresos refleja más un cambio en el número de horas trabajadas que algo drástico en términos salariales.

"Lo que es más significativo, la rápida ralentización de la tasa de abandono sugiere que, aunque hay muchas vacantes, no son especialmente atractivas y cada vez hay menos gente interesada en ocuparlas. Esto tiene un efecto en cadena, ya que si hay menos rotación en el mercado laboral, los empresarios tienen menos necesidad de pagar más para retener al personal, lo que sugiere que las presiones inflacionistas derivadas del mercado laboral seguirán disminuyendo", apunta también Knightley.

La creación de empleo se concentró de nuevo en las administraciones públicas (52.000), el ocio y la hostelería (58.000) y la enseñanza privada y la sanidad (85.000), sectores que no suelen asociarse con una economía estadounidense fuerte y dinámica. De hecho, la tecnología (2.000), los servicios empresariales profesionales (9.000), el comercio minorista (19.000), la construcción (23.000) y la industria manufacturera (-4.000) siguen siendo bastante flojos.

Cómo lo interpretará la Fed

El aumento de 275.000 nóminas no agrícolas en febrero puede, a primera vista, reforzar la opinión de la Reserva Federal de que no hay prisa por empezar a recortar los tipos de interés, pero las revisiones a la baja de las nóminas de los últimos meses hacen que el crecimiento reciente parezca menos fuerte de lo que se pensaba. Junto con el aumento de la tasa de desempleo a su nivel más alto en dos años y un aumento mucho más débil de los salarios, ahora hay menos razones para preocuparse de que la renovada fortaleza del mercado laboral impulse de nuevo al alza la inflación, opina Hunter.

Esta lectura se ha unido a algunos datos más débiles conocidos en los últimos días y a la intervención de Jerome Powell, presidente de la Fed, esta semana en la Cámara de Representantes reconociendo que el banco central "no está lejos" de ganar la confianza que necesita para comenzar a bajar los tipos. Todo ello ha hecho que el mercado vuelva a descontar cuatro recortes de tipos de 25 puntos básicos cada uno a lo largo de 2024 frente a los tres que telegrafió la propia Fed en diciembre y los tres que estaban ya comprando los operadores. Asimismo, los datos han ayudado a que el primer recorte de tipos en junio gane enteros, después de haber sido puesto en duda en las últimas semanas. Cabe recordar que, a principios de año, los swaps recogían mayoritariamente un primer recorte en marzo y hasta seis bajadas a lo largo del ejercicio.

Commerzbank: "La Fed debería estar satisfecha. No hay señales de recesión, pero tampoco de sobrecalentamiento"

Los índices de empleo ISM se encuentran ambos en territorio de contracción, lo que indica destrucción de empleo, mientras que la serie de nóminas privadas ADP se ha mantenido en un rango de 104-158.000 durante los últimos siete meses. Además, tanto el informe JOLTS como la serie Challenger de despidos indican que las tasas de contratación son mediocres, mientras que los despidos aumentan, aunque desde niveles bajos. Para redondear las cifras, la Federación Nacional de Empresas Independientes (NFIB) informó ayer de que la proporción de pequeñas empresas que buscan contratar a nuevos trabajadores cayó a sólo el 12%, la lectura más baja desde mayo de 2020, cuando los controles de la pandemia eran tan estrictos.

La Fed probablemente esté bastante satisfecha con el informe, creen Christoph Balz y Bernd Weidensteiner, economistas de Commerzbank: "La creación de empleo continúa a un ritmo muy alto. No hay señales de una recesión, lo que también respalda nuestra evaluación de que no se vislumbra una recesión. Al mismo tiempo, no hay signos de sobrecalentamiento, ya que la presión salarial ha seguido atenuándose ligeramente. Los datos publicados recientemente sobre las ofertas de empleo (una nueva ligera caída) y la tasa de abandono (de vuelta a los niveles anteriores a la crisis) también indican una normalización continua en el mercado laboral. Por tanto, la Reserva Federal puede esperar a recibir más datos antes de iniciar los recortes esperados de los tipos de interés. No hay ninguna razón para actuar más rápidamente, ni tampoco para retrasar significativamente la fecha. Mantenemos nuestra previsión de un primer recorte de tipos en la reunión de junio".

"En conjunto, tendríamos que decir que se trata de un informe más débil de lo esperado, pero no lo suficiente como para cambiar la mentalidad de la Reserva Federal de que no hay necesidad de hacer nada de forma inminente. Por otra parte, se espera que el IPC subyacente de la próxima semana siga siendo demasiado elevado, lo que sugiere escasas perspectivas de cambio de política en las reuniones de marzo o mayo del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) de la Fed. No obstante, dado que parece probable que se produzca un mayor enfriamiento del mercado laboral, seguimos viendo muchas posibilidades de que se produzca un recorte en junio", concluye Knightley, de ING.

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