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El informe de empleo de EEUU vuelve a destrozar todas las previsiones: en enero se crearon casi el doble de puestos de lo esperado

  • La lectura recoge 353.000 nóminas no agrícolas frente a las 185.000 esperadas
  • Los ingresos medios por hora volvieron a acelerar hasta el 4,5% interanual
  • Los datos confirman por qué la Fed no está mostrando prisa en bajar tipos
Foto: Alamy

El informe oficial de empleo de EEUU ha vuelto a destrozar todos los vaticinios, tanto en creación de empleo como en materia de salarios. La lectura publicada este viernes por la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS) del Departamento de Trabajo recoge la creación neta de 353.000 nóminas no agrícolas en enero, el dato más fuerte desde enero de 2023, cuando se esperaban 185.000. No solo ha causado sorpresa este dato, una tónica habitual en esta publicación después de la pandemia. También ha causado estupor la revisión del dato de diciembre hasta las 333.000 nóminas desde las 216.000 recogidas en la lectura inicial. Una abultada revisión al alza cuando lo que esperaban los analistas era una corrección del dato del mes pasado que evidenciase la revisión general a la baja de las cifras de todo 2023, algo que hubise terminado de constatar el enfriamiento del mercado laboral que busca la Reserva Federal de EEUU para cauterizar las presiones inflacionarias y que se está produciendo al trantrán. La recesión más pronosticada de la historia no quiere llegar.

El dato de nóminas, obtenido de la encuesta a las empresas y más observado por los mercados habitualmente que el extraído de la encuesta a los hogares, no es el único que se muestra al 'rojo vivo' en el informe. El también muy vigilado dato de ingresos medios por hora vuelve a acelerar con fuerza, para contrariedad de una Fed muy atenta siempre a las métricas salariales. Los ingresos medios por hora aceleraron un 0,6% mensual en enero frente al 0,3% esperado y el 0,4% de diciembre. En tasa interanual, la más auscultada, el avance es del 4,5% frente al 4,3% previo y el 4,1% esperado. La cifra se vuelve a alejar del 3,5% que la Fed, en teoría, considera compatible con el objetivo del 2% de inflación de la Fed. Aunque los expertos avisaban de que el aumento del salario mínimo en 22 estados que entró en vigor en enero podía llevar al alza la métrica, el avance mayor de lo esperado acaba de corroborar la cautela que mostró la Fed en su última reunión, celebrada este miércoles, en la que se terminó de enterrar la idea de una primera bajada de tipos en su cónclave de marzo. El mercado ha reaccionado con claridad a los datos de empleo: el bono del Tesoro a 10 años ha regresado al 4% y el dólar ha llegado a ganar más de un 0,6% frente al euro y a la libra esterlina.

La fortaleza del crecimiento del empleo el mes pasado fue de base amplia y, aunque el sector médico y el gobierno continuaron contribuyendo enormemente a la contratación, incluso excluyendo esos sectores las nóminas aumentaron en 217.000. Además, las revisiones anuales de los índices de referencia sugieren que el reciente crecimiento del empleo ha sido ligeramente más fuerte de lo que se pensaba anteriormente. Aunque el nivel de empleo asalariado en marzo de 2023 se revisó a la baja en unos modestos 266.000, las revisiones de los ajustes estacionales y del modelo de nacimientos y muertes dieron como resultado un patrón de aumento de empleo durante los últimos meses del año pasado (+126.000 en los últimos dos meses) más fuerte que el mostrado anteriormente, con el aumento de diciembre revisado al alza hasta 333.000, lo que sugiere que el aumento de enero no es una casualidad, explica Olivia Cross, analista de Capital Economics para EEUU.

La economista también señala que la encuesta a los hogares también sufrió revisiones como resultado de nuevas estimaciones de población ligeramente más bajas. Sin embargo, excluyendo el impacto de los nuevos controles demográficos, el empleo de los hogares aumentó en 239.000, mientras que la fuerza laboral aumentó en 124.000. Como resultado, la tasa de desempleo se mantuvo sin cambios en el 3,7%.

"La disminución del promedio de horas semanales trabajadas a sólo 34,1, desde 34,3, es un poco sospechosa y podría reflejar el impacto del clima inusualmente frío después de un diciembre con un clima cálido de récord. El aumento del 0,6% intermensual en los ingresos medios por hora también es difícil de cuadrar con la evidencia más amplia y también podría reflejar un impacto climático en las ocupaciones con salarios más bajos", indica Cross. "Casi todos los puestos de trabajo que está creando la economía estadounidense son a tiempo parcial, y la semana laboral media se redujo a 34,1 horas, ¡es decir, territorio de recesión!", indice James Knightley, de ING. Sin embargo, zanja Cross, "con un crecimiento tan fuerte del empleo y los salarios en enero, el panorama general por ahora es que los mercados ya no están convencidos de que la Reserva Federal vaya a recortar las tasas en mayo, y mucho menos en marzo".

En duda incluso la bajada de tipos en mayo

"Creo que oficialmente podemos despedirnos de un recorte de tipos en marzo, y más que probablemente en mayo", va aún más lejos Alex McGrath, estratega de NorthEnd Private Wealth. Los swaps reflejan que la probabilidad de un primer recorte en marzo ha caído del 38% al 19% en apenas 24 horas y que la probabilidad de que los tipos se mantengan en el actual 5,25%-5,5% ha pasado desde ayer del 6% al 29%.

"El crecimiento del empleo ha sido consistentemente fuerte desde principios de 2023, y esto se vuelve aún más claro cuando se tienen en cuenta las revisiones de los datos. Además, el crecimiento de los salarios ha vuelto a recuperarse en los últimos meses. Nada de esto habla a favor de rápidos recortes de las tasas de interés. En la conferencia de prensa de esta semana, el presidente de la Fed, Powell, ya había rechazado efectivamente un recorte de tipos en marzo. Las cifras de hoy confirmarán su decisión. El aparentemente buen comienzo de la economía estadounidense en 2024 tampoco crea ninguna presión para actuar. La Fed puede dedicar los próximos meses a analizar más datos. Seguimos creyendo que es probable que se produzca un primer recorte de tipos en la reunión del FOMC de mayo", escribe en un comentario rápido Christoph Balz, economista sénior de Commerzbank. "Es probable que muchos tomen los datos como una indicación de que la economía estadounidense puede evitar una recesión", remata.

La semana venía precedida de un enjambre de datos mixtos que por un lado mostraban argumentos dovish y hawkish. Por el primer flanco, la productividad del cuarto trimestre fue más fuerte de lo esperado, con un 3,2% y, en consecuencia, el crecimiento de los costes laborales unitarios fue más benigno, creciendo sólo un 0,5%. Esta es una buena combinación que sugiere poca inflación proveniente del sector empresarial, lo que también fue evidente en el índice de costos laborales más débil. Igualmente, la encuesta de empleo privado de ADP mostró una débil lectura de creación de empleo que una vez más choca con el informe del gobierno. Por el lado halcón, las vacantes de empleo recogidas en la encuesta JOLTS repuntaron por sorpresa en diciembre y el ISM manufacturero ha sido sorprendentemente fuerta para tratarse de enero.

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