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El indicador de salarios favorito del BCE avala la bajada de tipos en junio

  • La compensación por empleado frena su crecimiento hasta el 4,6% al cierre de 2023
  • Philip Lane define este dato como "el indicador más compresible" de aumento salarial
  • Lagarde confirmó el jueves que el BCE vigila los salarios con especial atención
Christine Lagarde, presidenta del BCE. Foto: Reuters
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El Banco Central Europeo (BCE) sólo necesita un último empujón para dar comienzo el ciclo de recortes de tipos en la zona euro. En la reunión de esta semana, el mensaje de Christine Lagarde confirmó que el Consejo de Gobierno está a punto de cantar victoria. Las perspectivas de inflación para los próximos años son cada vez mejores, y por primera vez ya se espera que el IPC crezca al ritmo objetivo del BCE el año que viene. Sólo falta un detalle: los salarios, el último indicador que refleja cierto peligro, ya que es el elemento principal que alimenta el único dato de inflación que preocupa al BCE, el de inflación doméstica. En este sentido, sólo un día después de la reunión se ha publicado la última actualización del indicador salarial favorito de Philip Lane, economista jefe del organismo, y las señales son muy positivas: el crecimiento de la compensación por empleado se ha frenado hasta el 4,6% para el último trimestre de 2023, desde el 5,1% anterior.

La compensación por empleado "es la medida más comprensible" del crecimiento salarial, según Philip Lane, el economista jefe del BCE. Por eso, la última actualización de este dato, cada vez más en línea con un escenario que llevará a la inflación hasta el objetivo del organismo, del 2%, se celebra en el seno de la institución. La compensación por empleado incluye los salarios en efectivo, en especie y las compensaciones sociales antes de impuestos, y su evolución es ahora especialmente importante para el organismo, ya que es una de las últimas piezas que faltan para poder cantar victoria en la lucha contra la inflación.

"Hay dos componentes que estamos vigilando con especial atención: la evolución de los salarios y de los beneficios empresariales", destacó este jueves Lagarde. En este sentido, el dato de compensación por empleado del último trimestre ha dado motivos para celebrar al Consejo de Gobierno del BCE, al frenar 5 décimas su crecimiento desde el trimestre anterior, y quedarse en ese 4,6% que, eso sí, todavía sigue siendo algo elevado.

"El dato de salarios va a seguir elevado comparado con los niveles históricos, algo que refleja la tensión en el mercado laboral, la compensación a los trabajadores por la subida de la inflación, y los aumentos en los salarios mínimos", destacó ayer el BCE en su comunicado. "Al final del camino se esperar que alcance el 3%, un nivel que encaja con la proyección de crecimiento de la productividad y de la inflación". Siendo esto así, todavía quedaría un punto y medio por caer para el indicador, pero la clave es que ya ha enfilado el camino correcto, con cuatro trimestres consecutivos frenando su crecimiento.

El indicador de compensación por empleado lleva cuatro trimestres consecutivos frenando su crecimiento

Los analistas del equipo de Bloomberg Economics esperan que el BCE espere a tener el dato del primer trimestre de 2024 para poder permitirse bajar los tipos en la zona euro. "El dato de salarios se mueve en la dirección correcta, pero el Consejo de Gobierno va a preferir esperar a tener los datos del primer trimestre antes de bajar tipos", señalan. Este dato se conocerá en junio, coincidiendo con la reunión del BCE en la que se bajará el precio del dinero, según las proyecciones que manejan los inversores. De este modo, si todo sale como se espera, el escenario que maneja el mercado, y el que está dejando entrever el BCE en su discurso, cada vez tiene más probabilidades de producirse.

No hay que olvidar que las proyecciones de inflación del BCE ya cuentan con que, el año que viene, el IPC se moverá en línea con su objetivo, y que en 2026 este caerá incluso por debajo, algo que confirma la necesidad del organismo de llevar a cabo una bajada de tipos para evitar que la economía de la zona euro pueda entrar en una situación de desinflación que también sería un problema. De hecho, esta ha sido la principal preocupación del BCE desde la crisis de deuda europea en 2012, hasta la pandemia de Covid del año 2020.

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