El 'impuestazo' se comerá el 11% del beneficio de la banca si se perpetúa

El impuesto extraordinario a la banca se comerá el 11% del beneficio neto de las entidades en España cada año si se convierte en perpetuo, tal y como está sobre la mesa del Gobierno en este momento. Este cálculo, hecho por los analistas de Deutsche Bank, supone que los bancos cotizados seguirán soportando una carga de más de 1.400 millones de euros cada ejercicio. Las entidades más afectadas serán Unicaja y Sabadell por su tipo de negocio y mayor o total dependencia de la pata local.

Así, y de acuerdo con los mismos datos, la extensión del impuesto que se concibió como extraordinario supone una "pesada carga" para los bancos y así seguirá siendo a medida que el ciclo de tipos de interés se estabilice.

Unicaja, con un negocio puramente local y enfocado en el segmento minorista, será la más perjudicada. La antigua caja malagueña pagó 66 millones en 2023 y alrededor de 75 millones en 2024, lo que supuso un golpe de casi el 20% el primer año y se quedará en el entorno del 15% durante este ejercicio. Este será precisamente el porcentaje que este gravamen se comerá del beneficio neto durante 2025 y 2026, de acuerdo con las estimaciones de Deutsche Bank.

Por su parte, Sabadell, que tiene la mayor parte de su negocio centrado en España, si bien una pata cada vez más relevante para la entidad catalana es su operativa en Reino Unido a través de TSB, pagó 157 millones por el impuesto extraordinario al sector en 2023. En este 2024, hace frente a 190 millones. Esto es, alrededor de un 12% de su beneficio neto anual. De cara a los próximos ejercicios, los analistas de Deutsche Bank pronostican que este impacto crecerá levemente hasta colocarse en el entorno del 15%.
Por encima de la media se colocaría también Bankinter, que en una situación similar a la de Sabadell –la mayor parte de su negocio se encuentra en España pero también tiene operaciones en Portugal, Irlanda y Luxemburgo– hizo frente al pago de 77 millones de euros en concepto de impuesto a la banca en 2023. En 2024, Bankinter pagará entre 90 y 100 millones. Así, Deutsche Bank calcula que la entidad que encabeza María Dolores Dancausa verá mermado su beneficio neto en alrededor de un 9% este año, cifra que subirá hasta el entorno del 10% de cara a 2025 y 2026.

Por su parte, CaixaBank hizo frente el pasado año al pago de 373 millones de euros como consecuencia del impuestazo, la cifra en términos absolutos más alta de entre todas las grandes entidades del Ibex35. Así, y pese a ello, esta cuantía supone algo más de un 7% del beneficio de la antigua caja catalana para 2023. De acuerdo con las estimaciones para 2024, 2025 y 2026, el impacto se moverá en el entorno del 8%, alcanzando el pico porcentual durante el próximo ejercicio.

Santander y BBVA

Muy por debajo de la media se encuentran Santander y BBVA, las dos grandes entidades que, por su diversificación geográfica, salvan los porcentajes altos de afectación del beneficio por el impuestazo. Así, la entidad de origen vasco, que pagó 215 millones en concepto de este gravamen, ve afectado su beneficio en apenas un 2,8% gracias a la parte de las ganancias que provienen de fuera de las fronteras españolas, como es el caso de México o Turquía. En el caso de Santander, el impacto del pago de 224 millones es de apenas un 2,1% sobre los 10.750 que los analistas de Bloomberg estiman que ganó en 2023. Su fuerte presencia en Latinoamérica y otras geografías europeas le han ayudado a que este porcentaje les coloque en la parte baja de la tabla.

Impacto en la rentabilidad

En este sentido, los analistas apuntan que tras confirmarse la intención de hacer este impuesto permanente, lo tienen en cuenta a la hora de hacer sus cálculos de rentabilidad –entendido como RoTE–, implicando una reducción. "El impacto es bastante directo y coincide en líneas generales con el recorte del BPA [beneficio por acción]", señalan.

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