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Dublín y el efecto dominó de la 'ciudad de los 15 min': Madrid y Barcelona en peligro

Aunque el concepto no es nuevo ni revolucionario, el término de la 'ciudad de los 15 minutos' lleva siendo desde hace unos años un reclamo en las grandes ciudades y una proclama de política verde y sostenible.

Una idea surgida del constante cambio en los hábitos de consumo, pero nacida como una necesidad ante el incremento exponencial de la población mundial, que ya alcanza los 8.000 millones de personas. Y aunque haya algunas ciudades más densamente pobladas que otras, el concepto de la 'ciudad de los 15 minutos', o también llamada 'smart city', se aplica a cualquier municipio cuyas infraestructuras y servicios básicos se encuentren a 15 min andando, independientemente del número de su población.

Según BBVA, en el mundo existen "siete lugares donde sí avanza la ciudad de los 15 minutos", a saber: París, Portland, Bogotá, Barcelona, Melbourne y Shanghái, que podrían estar en peligro si se hace efectivo el efecto mariposa que asola hoy en día al mercado inmobiliario de Dublín.

Ciudad verde y sostenible

Al igual que esas 'smart city', Dublín ha conseguido desarrollar una política 'verde' para, en primer lugar, facilitar la accesibilidad de sus ciudadanos a los servicios básicos y, en segundo, para rebajar las emisiones de CO2 y reducir la contaminación de la capital irlandesa. Para ello, las instituciones locales ya han comenzado a reducir el tráfico de sus principales calles, para lograr una reducción del 60% para 2040.

De otro lado, el consistorio dublinés, y en busca de perfecciones la 'ciudad de los 15 minutos' ha retomado la idea de la construcción de la primera línea de metro (más similar a la red de tranvías de OPorto o Lisboa) de la ciudad, un proyecto que lleva casi 20 años encima de la mesa y que aún se espera que tarde otros 6 años en estar en funcionamiento. Además, la capital irlandesa también busca unir el centro de la ciudad con el aeropuerto. Unos servicios, el del metro y el aeropuerto, que lleva años reclamando y que sin los cuales Dublín no podrá compararse nunca con París, Barcelona, e incluso Madrid (otro de los ejemplos de 'smart city' en España).

Ciudad de los 15 minutos
Ciudad de los 15 minutos

Aún así, el objetivo último es el posicionar como una de las grandes ciudades verdes y sostenible de Europa y liderar la resistencia climática de las urbes del continente. "La visión es la de una capital en la que la genta puede elegir vivir, trabajar, experimentar la vida en la ciudad, invertir y socializar", según se puede leer en el Plan de Desarrollo Sostenible que la ciudad tiene previsto finalizar para 2028 y que se basa "en el principio de'la ciudad de quince minutos'.

60% de incremento en el mercado inmobiliario

Con todo, el mercado inmobiliario de Dublín, al igual que la gran mayoría de grandes ciudades alrededor del mundo, no pasa por su mejor momento. Aunque podría decirse que el caso irlandés es extremo, ya que el incremento de precios es de un 60% en casi 10 años, frente al 13% de media que ha experimento el resto de Europa. A día de hoy el precio medio de alquiler en Dublín supera con creces los 2.000 euros, y todo a pesar del tope del alquiler establecido en un 2% desde el pasado mes de diciembre de 2021.

Una situación muy similar a la de Madrid y Barcelona, y en general en el resto de España, donde el Gobierno ya topó el alquiler al mismo nivel en 2022, y hasta un 3% para este año 2024.

Y un contexto equivalente también el de las ciudades españolas con el de Dublín ante la falta de oferta y vivienda disponible, principal causante de la tendencia creciente en los precios. Pero, tanto la ciudad irlandesa como Madrid, más que la capital catalana, buscan levantar vivienda pública, en un plazo medio corto y tras años de parón.

Por un lado, en la región española se espera un crecimiento de vivienda pública de unas 70.000 nuevas propiedades para los próximos años, cifras similares a las de Dublín que espera poder entregar otras 50.000 unidades para 2028.

Sin embargo, el crecimiento de estas ciudades limita el acercamiento de estas hacia el concepto de las 'smart city', dejando en un limbo no solo la construcción de nueva vivienda sino la edificación de todos esos servicios a tan solo '15 minutos'. La coyuntura de Dublín podría ser el ejemplo de lo que podría suceder en el resto de Europa si el mercado inmobiliario continúa sin freno y cuesta abajo.

¿Por qué 15 minutos y no 20 o 30 minutos?

La 'ciudad de los 15 minutos' implica que no debe haber una distancia mayor de 15 minutos andando entre la vivienda habitual y los servicios básicos como escuelas, instalaciones de atención primaria, supermercados, ocio... Y por supuesto, 15 minutos máximo hasta el trabajo. En algún caso se puede extender el tiempo a 15 en bicicleta o en coche.

El urbanista Carlos Moreno confirma que la elección de ese tiempo, un máximo de 15 o 20 min, es el tiempo que las personas están dispuestas a sacrificar para satisfacer sus necesidades, y además destaca que "quiere cambiar el paradigma de lo que ha sido la ciudad moderna, una ciudad construida con muchos edificios e infraestructuras para vivir y trabajar, consumido el espacio por los vehículos". Se trata de "en una ciudad multicéntrica para darle accesibilidad a los ciudadanos a servicios de proximidad".

En España, por ejemplo, 9 de cada 10 persona que viven en las grandes ciudades tienen acceso a cualquier servicio en alrededor de 15 min: Barcelona cumple con los requisitos caminando y Bilbao también lo hace, pero en bicicleta. De otro lado, Madrid y Valencia también podrían considerar 'ciudades de los 15 minutos', y en concreto, en el caso de la comunidad de Madrid, Alcorcón reina como el municipio más accesible de todos: el 87% de sus habitantes pueden presumir de vivir en una 'smart city'.

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