Banca y finanzas

De Guindos aboga por modelar el impuesto a la banca al estilo de Italia

  • Alerta del espejismo que supone la mejora de la rentabilidad de las entidades
  • "Ha sido una salida inteligente", afirma
Luis de Guindos, vicepresidente del BCE

Lucía Gómez

Luis de Guindos, vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), aboga por modelar el impuesto extraordinario a la banca al estilo de Italia. Cabe recordar que el país de Giorgia Meloni decidió modificar este gravamen dejando exentas las cuantías que se dedicasen a reservas de capital.

Así lo señaló durante su intervención en el IV Observatorio de las Finanzas organizado por El Español. "El modelo italiano ha sido una salida inteligente porque facilita la capitalización de las instituciones bancarias", apuntó, siguiendo la idea que viene mostrando el gobernador del Banco de España Pablo Hernández de Cos. De Guindos apuntó que se trata de un "posicionamiento muy claro que aplica a todos los países" sin circunscribirse únicamente al caso de España.

Con respecto a la rentabilidad de la banca, que se elevó de forma relevante en los últimos resultados presentados hace apenas unas semanas, De Guindos apuntó que, si bien es cierto que ha aumentado, "tiene un cierto espejismo". "La rentabilidad ha subido mucho, pero también lo ha hecho el coste de capital", recalcó, apuntando que existen dudas sobre "la sostenibilidad" de estos niveles y eso es precisamente lo que se refleja en las cotizaciones de los bancos.

Sea como fuere, el impuesto extraordinario al sector en España está aprobado también para este 2024 -se pagará a inicios de 2025-. Es precisamente a partir de entonces el momento en el que el Ejecutivo trabaja para convertirlo en permanente. La vía que se había propuesto hasta este momento y que suponía llevar a cabo esta modificación con los Presupuestos Generales del Estado (PGE) decayó con la prórroga de los mismos hace solo unos días.

Esto no supone que se haya abandonado esta vía, de hecho es solo un traspiés que evita que el segundo sector afectado por el impuesto que inicialmente se concibió como extraordinario, el energético, pueda aplicar las deducciones que estaban negociando. Ahora, deberán abrir una segunda vía en la que se pueden incluir determinadas modificaciones como las que ahora aplauden los reguladores bancarios nacionales y supranacionales.

El caso de Italia

El gobierno italiano tuvo que dar marcha atrás con el impuesto a la banca que diseñó el año pasado tras el golpe que sufrieron las entidades en bolsa. Así, el cambio consistió en establecer un límite del gravamen de los activos ponderados por riesgo a nivel individual al 0,26%, en lugar de al 0,1% del total de activos del banco.

Así, las entidades bancarias italianas pueden eludir el abono de la tasa si refuerzan su ratio de capital CET1, el de mayor calidad, con un importe que multiplique por dos veces y media la cantidad debida al Estado. Eso sí, el gobierno ultraderechista señala que si algún banco decide hacer un uso posterior de dichas reservas para el reparto de dividendos, dicha entidad deberá pagar, además del impuesto, el vencimiento de la deuda.