Probamos esta semana el Cupra Ateca en su variante de 190 caballos. Un coche que ofrece prestaciones y la exclusividad obligada en un modelo firmado por Cupra, pero al mismo tiempo más accesible y racional que el de 300 caballos.
Seat apuesta por la marca Cupra, su división más exclusiva, para su crecimiento en los próximos años. Una apuesta muy interesante porque se centra en hacer coches más personalizados, potentes y con un estilo de conducción más deportivo. Lo más importante es que además son coches más caros, por su exclusividad, lo que proporciona una mejor rentabilidad a Seat.
Esta división Cupra, que ya supone más del 50% de las ventas de la marca española, crece desde hace años de forma imparable, sobre todo gracias al Formentor, su primer modelo exclusivo que no tiene un equivalente en la gama de Seat. Pero este año prepara su gran crecimiento con el lanzamiento inminente del Tavascan.
Haciendo historia, Seat lanzó al mercado en el año 1996 un modelo en el que apareció por primera vez la denominación de Cupra, un acrónimo de Cup Racing. Con esta denominación se definieron las versiones más deportivas en aquel momento del Seat Ibiza. Ese fue el origen, el germen para la creación de lo que ahora es una marca como Cupra, independiente de la propia Seat, que se creó en febrero de 2018.
Los orígenes de Cupra
A partir de una versión deportiva del Ibiza, con el paso de los años llegaron más modelos basados igualmente en el Ibiza pero también otros en el León y en su versión familiar, el ST. El último modelo de Seat con la submarca Cupra en su nombre fue el Leon ST Cupra, lanzado en 2020.
Pero este que hemos probado en esta ocasión es el Cupra Ateca, un modelo todocamino compacto, derivado del modelo equivalente de Seat. El Ateca ha sido un modelo más importante para Seat porque le permitió dar un gran salto en su posicionamiento global. Lo hizo al integrar por primera vez el concepto SUV, o todocamino, en la gama de la marca española. Y no olvidemos que ya más del 50% de las ventas en Europa corresponden a estos modelos más altos.
Aquel primer Cupra Ateca fue la versión tope de gama, con su potente motor de 300 CV, lo que posicionaba a este modelo en la parte más alta del segmento. Y por ello también como una opción para clientes de vehículos premium. Además incluía muchos detalles exclusivos para diferenciarlo claramente del equivalente de Seat, y no solo su potencia o su tracción 4x4.
Una versión más racional
Ahora la marca amplia la gama del Cupra Ateca con una variante muy interesante, con una potente mecánica de 190 caballos, pero bastante más racional que el de 300 CV. Y es que más del 40% de las ventas del segmento SUV compacto, en el que se integra esta versión que hemos probado, corresponde a vehículos con más de 160 caballos de potencia.
Por ello, este modelo se encuadra perfectamente en lo que demanda el mercado, pero sin perder al mismo tiempo ese toque de exclusividad, de estilo diferenciador y placer de conducción que ofrecen los modelos de la marca Cupra desde su lanzamiento.
Pero eso sí, dentro de la gama actual de Cupra, ya mucho más amplia, con tres modelos en su catálogo, las versiones básicas eliminan algunos detalles exclusivos de la marca. Por ejemplo su volante con un botón para seleccionar los modos de conducción o el modo "Cupra" entre ellos.
Eso ocurre en las versiones básicas del Formentor y también en el Cupra León de acceso. Pero en este caso nos encontramos con un coche Cupra de verdad, con todos sus modos de conducción que incluyen el de Cupra, el más deportivo y radical y el que le da una personalidad propia a la marca. Y también los dos botones en el volante, a ambos lados. El de la derecha para la puesta en marcha del motor y el de la izquierda para seleccionar esos modos.
Ágil y fácil de conducir
Al volante, este Cupra Ateca es un coche fácil de conducir, muy ágil y divertido si nos ponemos a pisar con cierta fuerza el acelerador en una zona virada. Su potente motor es una mecánica muy razonable. Sube de vueltas con fuerza pero es una potencia bastante controlable. Se puede rodar muy deprisa con este Ateca de una forma racional, sin hacer excesos y su conductor podrá disfrutar de la conducción. Y eso es algo que no ocurría de una manera tan clara en la variante más potente.
La diferencia entre ambas versiones, el de 190 caballos y el de 300, es clara: de una manera, con el de 300 CV, si se quiere ir deprisa hay que ir muy pendiente porque nos podemos encontrar con alguna complicación, mientras que con el de 190 caballos, las cosas son mucho más razonables. Por supuesto,el del motor pequeño acelera mucho y permite ir deprisa, pero es una sensación muy diferente, de dominar perfectamente el coche y sus reacciones, a sentirse un poco más dominado por el coche en el caso del gordo.
En cualquier caso, y ya sea el de 190 caballos que hemos probado esta vez como la variante de 300 CV que ya tuvimos la ocasión de probar hace unos años, su comportamiento dinámico es muy bueno. Los técnicos de Seat siempre se han caracterizado por hacer unos ajustes de suspensión magníficos, con un una buena estabilidad pero sin perder demasiado en confort para los ocupantes.
Tracción 4 Drive y chasis dinámico
En este caso, gracias a la incorporación entre su equipamiento del chasis activo, este comportamiento es aún mucho mejor. Y es que este Ateca de 190 CV, con su tracción 4x4 y el DCC incluidos, ofrece un magnífico dinamismo. Gracias a este chasis activo, el conductor puede seleccionar de manera sencilla los cuatro modos de conducción desde más confortable a deportivo o el modo Cupra. Y también un modo individual.
También tiene la posibilidad de seleccionar la dureza de la suspensión de manera mucho más precisa en hasta 15 grados diferentes de dureza. Eso sí, para seleccionar estos grados de dureza habrá que entrar en la pantalla de la consola central y hacer una selección que resulta un poco complicada. Al menos las primeras veces que se hace. Pero eso sí, cuando ya se sabe hacer, permite ajustar casi al milímetro esa dureza para conseguir que el coche se adapte como un guante a los gustos de su conductor.
En cuanto a su equipamiento, incluye de serie mucho equipamiento tecnológico, en aras de la deportividad, la seguridad, la conectividad, y el confort. Lo más destacable, el sistema de Dirección Progresiva, las llantas de aleación de 19 pulgadas, así como los asientos de tipo Bucket.
Equipamiento exclusivo
Y entre los sistemas de ayuda a la conducción, asistente de frenada automática con detector de peatones, ciclistas y vehículos (Front Assist), el control de crucero adaptativo o los faros Full LED. Y en cuanto a su puesto de conducción, cuadro de instrumentos de 10,25" y la de la consola central de 9,2 pulgadas.
La impresión que he sacado con este Cupra Ateca de 190 caballos es que es un coche muy racional, muy divertido. Un vehículo bien pensado con el que poder disfrutar de la conducción, con el que se puede hacer algún exceso en la carretera, pero sin que sea necesario tomar excesivos riesgos para poder viajar rápido y de forma muy agradable.
Y al mismo tiempo, permite su uso como un modelo más familiar, más para el uso diario y para poder viajar con cinco personas en su interior y con un maletero muy razonable, de 485 litros. Esas son las ventajas, aunque también tiene sus inconvenientes por ser un coche más grande y más alto. Normalmente, esto mismo lo tendríamos en el Cupra Leon, que ofrece un mejor dinamismo al ir más pegado al suelo. Pero tendríamos un peor acceso, menos maletero, una visibilidad más limitada y un habitáculo más pequeño.
Ficha Técnica: Cupra Ateca 190 CV
Motor de gasolina: 4 cilindros en línea
Potencia máxima: 190 CV
Cilindrada: 1.984 cc.
Combustible: gasolina
Velocidad máxima: 212 km/h
Aceleración de 0 a 100 km/h, 7,2 segundos
Cambio: Automático de doble embrague con 7 marchas
Tracción: 4x4
Consumos homologado WLTP en ciclo combinado 8,1 litros.
Dimensiones (longitud/anchura/altura), 4,37 x 1,84 x 1,61 metros
Capacidad maletero: 485 litros.
Peso en vacío: 1.565 kg.
Precio: 44.300 €.
