El sector cervecero se vestía esta semana de negro al conocer el cese de la actividad de La Virgen, la marca más reconocida del movimiento 'craft' en Madrid, dejando 'huérfanas' a otras tantas firmas que han convertido la capital en epicentro para los amantes de la cerveza artesanal.
Y entre Ipas, Red Ale y rubias han transcurrido los últimos 13 años para los fundadores de La Virgen, que llegaron a facturar, entre la distribución de la cerveza y sus propios locales hosteleros, más de 8 millones de euros anuales. Contando además con la evolución en producción pasando de 30.000 litros anuales cuando comenzó su actividad en 2011 al millón y medio el pasado año 2022.
El mismo recorrido que están teniendo ahora otras 'hermanas' como Cibeles, Madrí o Patanel, cada una con aires de barrio propio y con un crecimiento comparable al de La Virgen hasta ahora. Echado el cierre, toman el testigo las cervezas de Malasaña (La Caníbal), Lavapiés (Península), Carabanchel (Patanel) y Leganés (Cibeles) todas de fabricación propia y con locales hosteleros donde poder degustarlas.
Más de 400 fábricas en España
Así, y según la Asociación Española de Cerveceros Artesanales Independientes. España cuenta con 420 fábricas de cerveza artesanal que facturan algo más de 140 millones de euros anuales (1,1% de la cuota de mercado) y aporta unos 1.350 empleos directo. Aecai destaca además las más de 4.000 recetas registradas a base de productor y materias primas nacionales. A nivel internacional se estiman 17.000 cervecerías artesanales que elevan hasta mil millones de euros el valor del sector.
La popularización de las cervezas artesanales ha puesto en el foco la vuelta a los orígenes del sector. Y aunque no se trata de una regresión exclusiva de 'la rubia', y sino que se lo pregunten a los pantalones de campana, sí reaparece como un fenómeno generalizado para la generación millenial que aún vive entre los analógico y lo digital, entre lo moderno y lo tradicional. Y a quién no le va a gustar un buen proceso de cocción y malteado del s.XXI.
Asimismo, en la última década han aflorado en España multitud de marcas nuevas y especialmente en Madrid, gracias a la aparición de Cervezas La Virgen y con ella el nacimiento de otras tantas que ha lleva al sector a experimentar un 'boom' que bien ha dejado atrás a otro como lo fue el de la ginebra y toda la cultura que se formó alrededor. Aunque en esta ocasión con una vuelta de tuerca dada: no solo se trata de cerveza artesanal sino de un concepto que engloba toda la experiencia desde su fabricación, venta y distribución hasta su degustación en ambientes propios más afines a la corriente hípster de hace unos años que al postureo actual.
De hecho, así era el negocio de La Virgen, que además de fabricar y distribuir su propia cerveza, también contaba con locales propios de hostelería donde atendían a sus clientes a través de una práctica completa en beneficio de los 5 sentidos.
¡Mucho barrio!
De entre todas las firmas emergente en la región, tres destacan por encima del resto. La primera de ellas, La Cibeles, no solo hace referencia a su origen en el nombre sino también en la manera de cocer la malta que da lugar a los 12 tipos distintos, desde la clásica rubia hasta la Imperial Ipa y la 'Viejo Madrid', como homenaje al proceso de elaboración de las cervezas de hace 100 años en la capital. Desde su página web es posible reservar entradas para una de las visitas a su fábrica, en Leganés, que realizan regularmente.
De otro lado, Madrí es la referencia madrileña de La Sagra, de origen toledano pero que, por su cercanía con la capital, elabora esta cervez artesanal "rubia de color dorado claro, fresca, limpia, refrescante, muy bebestible", tal como la describen ellos mismos. Aunque servidora añadiría también 'y con nítido regusto a chotis'
Por su parte, Patanel, se ha convertido en el punto de encuentro por excelencia del barrio de Carabanchel. Porque Patanel (Pata Negra de Carabanchel) se llama el local de origen de la cerveza con el mismo nombre. Una 'rubia' que "comenzó como una afición, pero pronto se convirtió en una ambición: fabricar la cerveza artesana de Carabanchel. Por eso nos hemos unido cuatro carabancheleros para crear un proyecto que va más allá de la propia cerveza: impulsar y colaborar en iniciativas de carácter social, educativo y artístico que revitalicen el barrio".
