Industria

Cevisama ahonda la grieta en la estrategia de los fabricantes cerámicos de Castellón

Imagen de la feria del azulejo Cevisama.
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La mayor feria de la industria cerámica de España y la principal fuente de ingresos de la nueva empresa pública Feria Valencia, Cevisama, ha arrancado su edición número 40 reflejando los contrastes del propio sector. Para cualquier habitual de los últimos años es evidente que la muestra ha reducido espacio y expositores, pero a pesar de ello en ella se pueden ver compradores venidos de todos los continentes en sus expositores de baldosas.

Lo cierto es que esta edición parece que certifica definitivamente que los principales fabricantes del sector de Castellón ya están muy claramente alineados por su estrategia comercial entre quienes consideran que la feria sigue siendo un excelente escaparate y un canal de ventas y a los que no les salen las cuentas y prefieren focalizarse en sus propios centros de exposición permanentes y sus propios eventos.

Desde hace décadas esa ha sido la política de Porcelanosa, que desde hace 30 años celebra su propia muestra que coincide con la de Feria Valencia y que además en los últimos años ha ampliado su duración, del 19 de febrero hasta el 22 de marzo. Una fórmula que el grupo de Vila-real siempre ha defendido por su diferenciación de marca y el hecho de que al agrupar productos más a allá del azulejo hacerlo en sus propios centros le permitía más variedad expositiva

Una estrategia que también ha seguido Pamesa en los últimos años, que además aportaba otra marcas en la feria, como Navarti, Ecoceramic, Tau o Geotiles. La ausencia de los dos grandes trasatlánticos del sector español son significativas porque sí están presentes en otras grandes citas, como la italiana Cersaie.

Los descolgados

Sin embargo, no son las únicas bajas significativas. Marazzi Iberia, la filial en España del mayor productor mundial, la norteamericana Mohawk, también optó por la misma estrategica, como Argenta Cerámica, en la que Fernando Roig posee el 50%, u otro de los grandes grupos familiares de Castellón, Grespania.

Por volumen también es significativa la ausencia de las grandes esmalteras, tanto Altadia, que está en manos del gigante del capital riesgo Carlyle, como Torrecid, de la familia castellonense Michavila. Pero no sólo es cuestión de tamaño, en las dos últimos ediciones tampoco figura Azteca Cerámica, del propio presidente de la patronal Ascer, Vicente Nomdedeu.

En este contexto, otro grupo de capital local, STN de la familia Aparici, se ha convertido en el gran expositor, con grandes expositores también para sus marcas KTL y Alaplana.

Los fieles

Paradójicamente, otros de los grandes grupos castellonenses que sigue manteniéndose fieles a la gran feria valenciana son de capital foráneo, como Keraben e Ïbero, en manos de la británica Victoria, o Baldocer y Roca Tiles, propiedad de la mexicana Lamosa. También Grupo Halcón, en manos de Falcon Private Holdings, mantiene su presencia.

Junto a ellas, de fuera de España dominan las marcas italianas, con 51 expositores. Este año llaman la atención el desembarco de fabricantes de India, con una docena de empresas presentes. Precisamente uno de los competidores que está creciendo con fuerza en el mercado internacional y cuyo ascenso se ve con preocupación desde el sector español.

Protestas por el convenio

Precisamente la crisis del sector también empieza a dejarse notar en la conflitividad labora. Este martes hay prevista una concentración en la propia feria de los sindicatos, que además han convocado dos días de huelga en el sector esta semana. Los trabajadores reclaman una subida salarial de al menos el 10% en tres años, mientras que la patronal Ascer no está dispuesta a que sea superior al 6%.

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