Cepsa ha sufrido con fuerza el impacto del impuestazo a las petroleras. La petrolera ha registrado unas pérdidas de 233 millones de euros, frente a un beneficio de 1.100 millones del ejercicio anterior.
Las razones para esta abultada caída hay que buscarlas además de en la carga fiscal del Gobierno, en el proceso de transformación que está llevando a cabo la compañía y que les ha hecho desprenderse de una parte de sus principales negocios como el 50% de su área de exploración y producción.
La compañía ha aumentado sus inversiones orgánicas en energías sostenibles (del 23% de 2022 al 40% del total) y acaba de iniciar la construcción de la que será la planta más grande de biocombustibles de segunda generación de Europa con una inversión de 1.200 millones.
Las inversiones totales se mantuvieron prácticamente estables durante el año, alcanzando los 732 millones (743 millones en 2022), con 289 millones dedicados a inversiones sostenibles, lo que supone un aumento de más del 56 % respecto al ejercicio de 2022 (185 millones en 2022).
Todo esto en un entorno en el que la compañía siguió reforzando su balance. Cepsa cerró el año con una deuda neta de 2.291 millones, lo que supone una significativa reducción respecto a 2022, gracias a una fuerte generación de caja. La compañía mantiene una importante posición de liquidez de 4.359 millones de euros, que le permite cubrir los vencimientos de deuda hasta finales de 2028.
El flujo de caja operativo de 1.126 millones demostró su resiliencia, incluso con una menor producción del negocio de Exploración y Producción y la repercusión del impuesto extraordinario, ya que durante este año los segmentos de Energía y Química evolucionaron según lo esperado por la compañía.
Según Maarten Wetselaar, consejero delegado de Cepsa, "en 2023 sentamos las bases de nuestra estrategia Positive Motion para convertirnos esta década en el proveedor europeo líder en soluciones de energía y movilidad sostenibles. Nuestros resultados financieros durante el año reflejan el reposicionamiento estratégico de nuestra cartera global hacia áreas más sostenibles con la venta de nuestra cartera de Exploración y Producción en Abu Dhabi, y además se vieron negativamente afectados por un impuesto extraordinario mal diseñado que grava los ingresos y no los beneficios de las empresas energéticas. No obstante, la robusta política financiera de Cepsa proporciona una base sólida para financiar nuestra transformación y seguir construyendo sobre el significativo progreso conseguido hasta la fecha".
Cepsa obtuvo un margen de refino medio de 10 dólares/barril durante 2023, un 4 % más que en 2022 (9,6 dólares/barril). La estabilidad interanual de los márgenes se debió a la considerable menor volatilidad del crudo en 2023.Los márgenes de refino se incrementaron a principios de año, hasta niveles casi récord, corrigiendo posteriormente a la baja debido al desplome de los cracks de gasolina y fuel oil. Esta situación ha permitido que el área de Energía (Energy Parks, Commercial & Clean Energies, Mobility & New Commerce y Trading) obtenga un resultado bruto de explotación ajustado de 830 millones, muy similar al de 2022 (828 millones).
El resultado bruto de explotación ajustado de Química fue de 223 millones en 2023 (382 millones en 2022), una disminución debida principalmente a la reducción de volúmenes vendidos, especialmente en el segmento Fenol/Acetona, con unas ventas en 2023 de 2.125.000 toneladas (2.490.000 toneladas en 2022). La ralentización de la economía impactó en la demanda y provocó un descenso de los precios, que su vez redujo los diferenciales generales. Sin embargo, desde el segundo semestre de 2023 se ha producido una recuperación de las ventas que ha compensado parcialmente estos efectos.
El resultado bruto de explotación ajustado de Exploración y Producción fue de 493 millones (1.868 millones en 2022), ya que la mayor parte del periodo se vio afectado por la desinversión de los activos en Abu Dhabi.
