Valencia
El grupo valenciano Bouwen, nacido a partir de la ingeniería Itera, una de las firmas locales que trabaja desde hace años para Ford en Almussafes, tiene en marcha un ambicioso plan de crecimiento para diversificar su actividad más allá del automóvil. La firma se ha marcado como objetivo entrar en el sector de defensa y el aeroespacial, para lo que ya está estudiando la compra de una empresa de ese ámbito que le permita contar con las acreditaciones para operar en ese sector.
"Es uno de los sectores en los que se espera mayor crecimiento para los próximos años" apunta Bernardo Cebolla, socio de Bouwen Grupo, que considera que en los próximos meses se pueda cerrar una operación que pueda aportar valor añadido al resto de sus servicios industriales. Precisamente en los últimos años, además de ampliar su negocio de la automoción a la movilidad y a sectores como el ferroviario o aeronáutico, también se ha introducido en la fabricación.
El primer paso en esa línea fue la adquisición hace unos años de Hidragrup, un fabricante de maquinaria industrial pesada, que además de permitirles ampliar su catálogo a la industria ha potenciado su negocio en México, donde este año prevé instalar una planta propia. Por su parte, a través de Itera cuenta desde hace años con oficinas técnicas en Alemania e India.
Piezas de fibra de carbono
Dentro de ese salto, el grupo puso en marcha durante el año pasado dos empresas propias dedicadas a la fabricación industrial. Por un lado ha invertido 4 millones de euros en Prenso, que cuenta con una planta en Sollana (Valencia) destinada producir piezas de composites de fibra de carbono.
"Lo que estamos haciendo es la automatización de todo el proceso para que el precio de estas piezas sea asequible con tiradas de entre 20.000 y 30.000 piezas al año", explica. Precisamente la clave de este material es que reduce notablemente el peso, fundamental en sectores como el naval o el aeronáutico, además de para la propia automoción.
El interés de Bouwen en esta tecnología le había llevado a colaborar y entrar en la ingeniería Managing Composites, con cuya experiencia ha dado ahora este nuevo paso a la producción. El desarrollo de las piezas a medida desde el diseño a la fabricación para empresas de esos sectores es un ejemplo de las sinergias que busca conseguir el grupo valenciano.
También ha puesto en marcha en Cataluña la empresa Evocus, para fabricar prototipos, moldes y utillajes, a la que ha destinado un millón de euros y con la que también busca diversificar geográficamente y ganar presencia en esa región. Dos nuevas empresas con las que completa su oferta de productos y servicios, que también incluye la firma de automatización industrial Sinfiny y la especializada en smartcity y movilidad eléctrica Smobery.
El grupo, con cerca de 200 empleados, facturó 25 millones de euros en 2023. El 75% de ese negocio sigue procediendo del automóvil, un sector que atraviesa un momento complejo en Europa por la incertidumbre sobre la electrificación, según reconoce Cebolla, que sin embargo también explica que continúa creciendo en Asia y en Norteamérica.
Precisameente en esa línea también de diversificar geográficamente, el grupo valenciano también ha puesto en marcha la apertura de dos nuevas oficinas en Reino Unido y Estados Unidos para ampliar sus proyectos fuera de España.
