Zaragoza
BonÀrea sigue avanzando en su proyecto de plataforma agroalimentaria en la localidad de Épila, en Zaragoza. La Corporación Alimentaria Guissona tiene previsto incorporar a las instalaciones ya construidas una nueva nave que, en esta ocasión, centrará su actividad en el pienso para mascotas.
Esta nueva nave supondrá una inversión de 6,9 millones de euros y contará con una superficie de alrededor de 11.750 metros cuadrados, además de contar con una torre de 35 metros de altura en la que se acometerá todo el proceso de molturación de las materias primas, mezcla, extrusión, secado y envasado, según datos de la compañía. Para elaborar estos piensos, se prevé emplear cereales de la zona y, además, en un futuro carne fresca producida en los mataderos del propio complejo de Guissona.
Esta planta tendrá una capacidad de producción de 15.000 kilos por hora, es decir, 240 toneladas al día, lo que supone 60.000 toneladas al año en una primera fase. Posteriormente, ya en la fase 2, de la que no se ha especificado fecha hasta el momento, se prevé duplicarla, alcanzando las 120.000 toneladas.
La planta de petfoods o piensos para mascotas está previsto que comience a construirse próximamente, ya que dentro de los planes de BonÀrea se contempla que esté finalizada en diciembre de 2025.
La construcción y posterior puesta en marcha de esta nueva nave obedece a la necesidad de dar repuesta por parte de BonÀrea a la demanda de los productos destinados a los animales de compañía.
Con esta nave, la compañía sigue avanzando en la plataforma alimentaria en Épila dentro de la que tiene previsto que, también para finales de 2025, esté terminada la nave de líquido para el tratamiento y envasado de leche, zumos, agua, vino y aceite. Para estas materias, la compañía trabajará con proveedores locales de Aragón y Soria mediante acuerdos a largo plazo. En este caso, la superficie de esta planta será de 15.000 metros cuadrados, teniendo en cuenta las zonas productivas segregadas según el producto.
Este proyecto de la nave de líquidos forma parte de un conjunto de naves de derivados lácteos como quesos o yogures con el fin de conseguir el aprovechamiento máximo de las sinergias derivadas de estos procesos tanto de materias primas y energéticas. Además, destaca la incorporación de sistemas para una optimización desde el unto de vista térmico y de aguas para reducir el impacto ambiental.
Un proyecto en fases
La plataforma alimentaria de BonÀrea se está acometiendo en varias fases, con una inversión global que se cifra en unos 400 millones de euros y una generación de puestos de trabajo de alrededor de 4.000 empleos.
En una primera fase, la compañía ya procedió a la urbanización general de la parcela con la ejecución de las obras de los viales y la dotación de redes de infraestructuras necesarias. Además, se ha acometido la construcción de la depuradora, la planta de GNL, un lavadero para camiones y unas galerías subterráneas, intercomunicadas entre sí para transportar productos entre los edificios.
La segunda fase comprende la construcción de las naves industriales de forma progresiva en las distintas actividades alimentarias como el pan, productos sin gluten, elaborados cárnicos, matadero de pollos, matadero de cerdos, valorización de plásticos, subproductos y talleres para vehículos.
Por parte, la tercera fase engloba la parte de oficinas, dos mataderos más, naves para frutos secos, frutas y verduras, postres, líquidos y quesos, aparte de la fábrica de piensos. Precisamente, para este último proyecto se ha aprobado en Consejo de Gobierno. En concreto, se ha declarado el carácter directamente ejecutable de esta nave de petfoods.
Este trámite forma parte del Proyecto de Interés General de Aragón (PIGA) de esta plataforma agroalimentaria con el fin de agilizar la construcción de la nave al sustituirse el paso ordinario de licencia municipal. El proyecto ha sido informado de forma favorable por el Laboratorio para la Calidad de la Edificación de Aragón.
