Un rayada, un coche que puede cambiar de color. Que puede abrir la vía a nuevos negocios (¿quién quiere un coche triste, monocolor, durante diez años?). Y, sobre todo, cómo BMW consigue unir arte, tecnología, expresión artística, pasado y futuro… y celebrar el día de la mujer, sin rayarse.
En el mundo de Sora, con inteligencia artificial generando imágenes increíbles en tu pantalla, un vídeo del BMW i5 Flow Nostokana, un coche que presenta una decoración tribal, que cambia de color y lanza mensajes en inglés, ya no impresiona a nadie.
Pero ve un paso más lejos e imagina un futuro en que te despiertes, cambies tu estado en tus redes sociales y, al llegar al garaje, la carrocería de tu coche exprese ese estado que has elegido. Ha cambiado el color de todo el coche. O reproduce sobre su chapa esos los mismos gráficos que has descargado y activado para que se muestren en la funda de tu móvil. Sí, es ciencia ficción, pero Stella Clarke, ingeniera investigadora en BMW lleva muchos pasos, años, avanzando en esa dirección. Y considera que el potencial para la fabricación en serie está más próxima.
Este 2024 ha lanzado el último y más avanzado de sus prototipos, el i5 Flow, una pieza única, pero que emplea una película más robusta, algo clave para la posible industrialización.
En 2022 sorprendió con un iX Flow, que podía cambiar al coche del blanco al negro, como un e-book, incluso mostrar escalas de grises. Un año más tarde vino el i Vision Dee, que mostraba colores, hasta 32. Y 2024 no solo trae más colores, sino que permite la expresión artística.
Cada una de las 1.349 secciones de película electroforética con las que se han recubierto la carrocería del i5 Flow se puede controlar de manera individual: cambiando el voltaje que se aplica en ellas, cambia el color. Eso significa que, como cada píxel de una pantalla, cada pieza cortada con precisión láser puede cambiar uniformemente su color. Detrás del control electrónico y del corte láser está E Ink, la empresa que arrancó esta tecnología para el mundo de los e-book. Por supuesto, suyo es el conocimiento de las sustancias para que, al aplicar voltaje, se separen las moléculas y cambie el color.
A BMW le ha correspondido adaptar las láminas a las curvaturas de la chapa y programar las animaciones. Sí, dinamismo, porque tan impactante y artístico puede ser el patrón del diseño sobre la carrocería, como el dinamismo de las múltiples creaciones que surgen al cambiar diseño y color.
Las animaciones llevan un ritmo, un ambiente sonoro compuesto por Renzo Vitale - quien viene encargándose del sonido de los BMW eléctricos- para engarzar con la cultura tribal Ndebele, de Sudáfrica. A ella pertenece Esther Mahlangu, de 88 años, quien en 1991 era una artista étnica de talla mundial. Mahlangu fue la primera mujer que recibió el encargo de BMW de plasmar su arte sobre sus vehículos. Llegó muy tarde, fue el coche número 12 de los BMW Art Car, pero antes que ella estuvieron nombres de la talla de Calder, Stella, Lichtenstein, Warhol, nuestro Manrique …
Stella Clarke ha tenido la oportunidad de hacerle este homenaje, gracias a unas posibilidades técnicas nuevas tan ligadas a las formas y al color. De pronto, un coche de alta tecnología se puede convertir, con sus láminas electroforéticas, en una obra de arte dinámica, en sí misma, y que te puede trasladar. ¿Tiene futuro un automóvil que cambie de color, que exprese tus emociones, con diseños que puedas elaborar tú o tu artista favorito, que puedas cambiar el patrón de sus láminas y abrirte a nuevas formas? Quizá no. O puede convertirse en el futuro en un "hype", imprescindible para separarse de esos coches monocromáticos, aburridos con su color estático. Por cierto, si te quedaste con la duda, Nostokana es el nombre del primer hijo de Mahlangu.
