En una coyuntura en la que Volkswagen se encuentra en plena fase de catarsis del escándalo del 'dieselgate', lo que pasa por realizar una inversión de 10.000 millones de euros en los motores eléctricos, el Beetle parece tener contados sus días de vida.
El 'dieselgate' ha supuesto gran desembolso para la firma de Wolfsburgo, cifrado en torno a 24.000 millones de euros, por lo que Volkswagen ya mira hacia el futuro. Una hoja de ruta que le permita ir desmarcándose del escándalo más grande de la automoción y que pasa por focalizar todos sus esfuerzos en el desarrollo de la tecnología 'cero emisiones' con el objetivo de consolidarse como la marca de referencia en 2025 e incrementar sus beneficios.
Bien es cierto que Volkswagen parece haber dejado atrás las consecuencias del 'dieselgate' a tenor de las cifras logradas en el primer trimestre de este año, cuando ganó 3.403 millones, un 43,9% más. Sin embargo, ese viraje hacia la electrificación y los motores de combustión más eficientes suponen un gasto total de 19.000 millones de euros, con lo que se antoja esencial recortar costes, y el Volkswagen Beetle no es rentable.
Tanto El Escarabajo como el Scirocco -el otro modelo en situación de riesgo- fueron los dos modelos menos vendidos de Volkswagen a nivel global en 2016: 25.127 y 10.752 unidades, respectivamente. O lo que es lo mismo, solo el Golf vendió más en el mes de enero de 2017 en Europa (37.645 unidades) que ambos modelos en todo un año.
Unas cifras paupérrimas que parece que traerán consigo la desaparición de ambos modelos, más aún tras escuchar las afirmaciones a Autocar de Arno Antlitz, miembro de la junta de Volkswagen: "Ambos modelos representan una clase de vehículos atractiva y emocional, pero el plan de Volkswagen no es siempre el de continuar todos nuestros coches de una generación a la siguiente", afirmó.
En cualquier caso, dicha desaparición no se consumaría de forma inminente puesto que el Volkswagen Beetle acaba de experimentar un lavado de cara para este 2017, aunque sí podría ser la última generación. Peor pinta para el Scirocco, que desde el 2014 no se ha renovado ni se antoja que vaya a hacerlo dadas sus ventas.
