Redactora de elEconomista

La invitación para unirse a la fiesta bursátil ha tardado más en llegar en el Ibex 35 que en el resto de principales bolsas, pero el optimismo inversor ha despertado también aquí. Las últimas subidas sacan al índice español del terreno negativo en el que transitaba desde que arrancó 2024, y se anota ganancias anuales del 2,7%. Esta subida no solo deja a la referencia nacional en máximos del ejercicio en curso, sino en los niveles de cotización más elevados desde enero de 2018. Cabe recordar que su hermano rico, el Ibex con dividendos (que también tiene en cuenta las retribuciones que las empresas pagan a sus accionistas), sí que había recibido antes el pase a la fiesta mundial de los máximos en bolsa, y ya batía niveles históricos de cotización la semana pasada.

Cada vez resuenan con mayor fuerza en el mercado las esperadas salidas a bolsa en el parqué español y se hacen las primeras cábalas de cómo puede darse el estreno, teniendo en cuenta las valoraciones de estas compañías. En la actualidad, existen dos nombres propios que acaparan la más inmediata atención: Puig y Astara. Ambas están trabajando para debutar en los dos próximos meses y dar el pistoletazo de salida a cerca de 30.000 millones de euros en colocaciones que se esperan este año.

Entre los diez valores de la bolsa española en los que más confianza depositan los expertos, Repsol ocupa un puesto especial, ya que, por ponderación, es la firma con un mayor peso en la Cartera de Consenso con la que se construye el Eco10 (con la colaboración de 47 entidades). Y es que, la petrolera cuenta con fuertes credenciales para el año en curso, especialmente en el ámbito de las valoraciones, con notables mejoras en las últimas semanas. Con una subida en bolsa de más del 8% (la petrolera vio un fuerte impulso en el parqué tras rendir cuentas ante el mercado), su potencial alcista aún no se agota, y el consenso que recoge FactSet ve un recorrido del 22% para sus títulos para los próximos meses.

La primavera está a la vuelta de la esquina y, con ella, afloran también los dividendos del sector bancario. Bankinter es la entidad encargada de abrir la temporada, ya que es el primer banco del Ibex 35 que retribuirá a sus accionistas con un dividendo, ya confirmado, de 0,1077 euros, que rentan un 1,7% a precios actuales. La acción del banco se encuentra en máximos que no visitaba desde noviembre de 2023, con una subida de en torno al 10% en bolsa en lo que va de ejercicio.

Con el 2024 adentrándose a finalizar su primer trimestre y con la presentación de resultados del 2023 a punto de cerrarse, al Ibex 35 le está costando seguir, por el momento, el ritmo a las principales bolsas mundiales (aunque el selectivo en su versión con dividendos sí se une a la fiesta alcista y esta misma semana tocaba máximos históricos). Frente al más del 10% que acumulan selectivos como el EuroStoxx 50, el principal índice de la bolsa española consigue colocar sus cuentas en positivo en estas escasas sesiones de marzo y anotarse una ligera revalorización anual del 2% en el año (hasta febrero, el selectivo aún continuaba en negativo), especialmente lastrada por el efecto Grifols.

Mercados

El Ibex 35 con dividendos, el índice que incluye los mismos valores que la principal referencia española pero también tiene en cuenta los dividendos que las empresas pagan a sus accionistas, alcanza máximos históricos en la jornada del miércoles, al superar el pico de cotización que tocaba al principio de enero, con cinco valores en su nivel más alto en bolsa en su versión total return desde que hay registro: CaixaBank, BBVA, Rovi, Aena e Indra. Y es que, la brecha que mantiene el hermano menos rico (el Ibex 35 sin dividendos) con el resto de bolsas europeas, que cotizan en niveles récords, desaparece al tener en cuenta las retribuciones pagadas de las empresas del índice español. El hermano rico está invitado a la fiesta mundial de los máximos de las bolsas.

Además de ensanchar los márgenes, la subida de tipos de interés que comenzó hace más de un año en Europa, con la intención de mitigar una subida de precios insostenible en la región, ha tenido su efecto también en el valor de las acciones del sector financiero. El Stoxx 600 Banks, que recoge a las entidades bancarias más representativas del Viejo Continente, se encuentra actualmente en máximos en bolsa que no visitaba desde el año 2017, con ocho compañías con subidas de más de un 15% en 2024. Unos crecimientos bursátiles que se reflejan en el valor de las acciones de estas firmas, con el 40% de las mismas cotizando por encima de su valor contable actualmente.

El Ibex 35 sigue sin coger el ritmo de sus homólogos europeos y registra el peor comportamiento de la región, con una caída del 0,65% en la última semana, pero se mantiene en la cota de los 10.000 puntos. En el cómputo semanal, la bolsa alemana se salda como la más alcista entre los principales selectivos mundiales, con un avance de casi el 2% desde el lunes. En el Viejo Continente, solo el EuroStoxx logra unirse al Dax a los números verdes, aunque con un avance más ligero que no alcanza el medio punto. El Cac francés apenas corrige un 0,3% semanal.

La profesión del CFA (Chartered Financial Analyst) es una de las grandes desconocidas en España, con una escasa presencia de expertos en nuestro país. Es por ello, que iniciativas como los CFA Research Challenge se convierten en una forma de acercar esta inexplorada carrera profesional a jóvenes que empiezan a coquetar con el mundo de las finanzas. El concurso financiero, que cuenta con la colaboración de Bolsas y Mercados Españoles (BME) y elEconomista.es, celebró este 28 de febrero su XIX edición en el palacio de la Bolsa de Madrid en la que, por primera vez en la historia de la competición, la Universitat Pompeu Fabra salió victoriosa e inauguró su historial de premios. Galería fotográfica

Mercados

El atractivo de la bolsa europea frente a la americana no para de crecer y de marcar nuevos hitos. No es novedad que la principal referencia bursátil del Viejo Continente, que agrupa a las 600 firmas más representativas de la región, cuente con un PER (veces que el beneficio se recoge en el precio de la acción) mucho más bajo que el norteamericano, donde las compañías tecnológicas, las cuales cotizan a múltiplos más altos por el mayor crecimiento con el que cuenta su negocio, tienen un mayor peso. Pero sí que lo es la brecha que se abre entre ambos ratios, con un abaratamiento de más de ocho puntos del Stoxx 600 frente a la plaza americana.