Redactor de Internacional. Aprendí a cubrir economía en Argentina, aunque mi pasión siempre ha estado en Reino Unido y EEUU, en las que me centro actualmente, porque si algo no son precisamente estos dos países es aburridos. Estudio sobre el bitcoin y el universo de ideas y fraudes que ha crecido alrededor en mis ratos libres.

En la política, es habitual que existan las puertas giratorias: un alto cargo que abandona el Gobierno y se va a trabajar para un 'lobby' o un gigante del sector relacionado con su antiguo puesto, aprovechando su agenda de contactos para ayudar a sus nuevos jefes a conseguir contratos o abrir líneas de comunicación con los nuevos responsables estatales. Pero lo ocurrido esta semana en EEUU probablemente se sale de los márgenes normales. ¿Qué pasa cuando el que fuera ministro de Hacienda de Donald Trump y su regulador bancario se compran un banco?

Vuelven las sirenas de alarma en la banca estadounidense que sonaron por última vez hace casi exactamente un año. NY Community Bancorp (NYCB), un banco regional de EEUU, ha visto detenida su cotización en Wall Street en medio de un desplome del 42% de sus acciones en la sesión de hoy, y de un 81% acumulado en el año. La causa era el miedo a una quiebra en cuestión de días u horas, después de que reconociera que está buscando una inyección de fondos para sobrevivir. Y el primer rescate de emergencia ha llegado poco después: la firma ha anunciado una venta de acciones por valor de 1.000 millones de dólares a la firma de inversión del ex secretario del Tesoro de Donald Trump, Steven Mnuchin.

La legislatura agoniza en Reino Unido. Desde hace meses, el Parlamento se suele reunir a mediodía para sesiones de dos o tres horas con la agenda casi vacía: se reúne alguna comisión, se hacen preguntas al ministro que toque controlar ese día, y todos se van a casa con tiempo de sobra para tomar el té de la merienda. La política del país, en fin, está paralizada a la espera de unas elecciones que se antojan inminentes, pero que el Gobierno de Rishi Sunak no se atreve a convocar por el miedo a unas encuestas terroríficas que predicen el mayor descalabro del Partido Conservador desde que existe la democracia en Reino Unido. En medio de esa incertidumbre, los presupuestos de este año, presentados este miércoles, dan una pista sobre cuándo pueden convocarse.

Todos los ingredientes estaban listos para un retroceso bursátil. La Fed ha metido la bajada de tipos inminente en la nevera y la inflación no acaba de desaparecer. La situación internacional sigue muy tensa, con una Rusia cada vez más belicosa, una China que no es capaz de solucionar sus problemas económicos, una Europa estancada, Oriente Medio en llamas y Donald Trump asomando por detrás de la esquina. Pero Wall Street no solo no ha caído, sino que está registrando máximos históricos semana tras semana, en un 'rally' que desconcierta a muchos analistas y hace a otros plantearse si estamos ante una burbuja o una revolución histórica, propiciada por la IA.

Una de las principales promesas de Joe Biden para los votantes jóvenes en la última campaña electoral fue perdonar la deuda universitaria, que puede suponer decenas de miles de dólares por estudiante, especialmente para las personas con rentas más bajas. Y el presidente de EEUU, aunque no ha logrado aprobar un solo documento que anule todos esos pagos pendientes, lleva años haciéndolo de forma silenciosa, aprovechándose de todos los resquicios legales y los poderes ejecutivos del Gobierno. En total, ya ha eliminado 138.000 millones de dólares en deudas, y todavía le quedan al menos 11 meses para seguir haciéndolo.

Las actas de la última reunión del Banco Central Europeo (BCE) revelan que los gobernadores de la zona euro tienen el mismo miedo que los directivos de la Reserva Federal estadounidense (Fed): que la inflación resurja con más fuerza si empiezan a bajar los tipos antes de estar seguros al 100% de que los precios se han estabilizado.

Nvidia tenía unos deberes muy complejos: tenía que anunciar la "perfección" en sus resultados trimestrales. Y lo ha hecho: ha arrasado hasta las expectativas más positivas de un mercado que le había puesto el listón por las nubes. La firma encabezada por Jen-Hsun Huang ha cosechado unos ingresos cifrados en 22.100 millones de dólares, batiendo a los 20.410 millones de dólares estimados por el mercado. Esta cifra no solo es burrada ya de por sí para una firma que hace cuatro años solo ingresaba 3.000 millones, sino que además supone un aumento espectacular de 16.000 millones de dólares respecto al año pasado, un 256%.

Las Actas de la última reunión de la Reserva Federal revelan que los directivos del banco central estadounidense siguen preocupados por la inflación, y que temen que las bajadas registradas recientemente se deban a "algunos sectores", especialmente los bienes, que hayan empujado la media por debajo de lo que realmente es. Una situación que explica por qué pidieron esperar hasta "estar completamente seguros" de que la inflación está retrocediendo de forma estable antes de bajar los tipos.

Los Estados de la Unión Europea y la Eurocámara votarán mañana para elegir la futura sede de la nueva Autoridad Europea contra el Blanqueo de Capitales y la Financiación del Terrorismo (AMLA), a la que es candidata Madrid junto a otras ocho ciudades europeas.

La firma norteamericana comunicará este miércoles los resultados del cuarto trimestre de su año fiscal. La empresa encabezada por Jen-Hsun Huang se ha erigido como uno de los valores más alcistas del parqué estadounidense, aumentando más de un 39% en lo que llevamos de año y cosechando unas ganancias superiores al 222% desde febrero de 2023. Su desempeño en la industria de los chips, clave en el sector tecnológico, la ha llevado a superar la capitalización bursátil de Amazon y Alphabet, reforzando su posición en el prestigioso club de las Siete Magníficas. Sin embargo, este martes sufre pérdidas cercanas al 4,50%, lo que supone una caída acumulada de casi el 4% en las últimas cinco sesiones.